Puerto de la Morcuera + La Majada del Cojo = La Super Morcuera

Y llegó la hora de hacer una de nuestras rutas preferidas, bautizada por nuestro amigo Jose Manuel como la Super Morcuera, por subir el puerto de la Morcuera desde dos vertientes distintas, y que utilizamos para poner a prueba nuestro estado de forma cuando llega la primavera. Es una ruta exigente, ya que en una misma etapa se sube el puerto de la Morcuera desde Miraflores de la Sierra y justo después la durísima Majada del Cojo desde Rascafría.

Llegando al refugio juvenil de la Majada del Cojo

DATOS DE LA RUTA

• Distancia: 58.64km
• Desnivel acumulado: 1394 metros
• Tiempo: 3h 56min
• IBP: 97
• Detalles y track: http://connect.garmin.com/activity/163706502

Perfil de la Super Morcuera

ASISTENTES
David, Felipe y Roberto.

CRÓNICA DE LA RUTA
Comenzamos la ruta desde el parking de La Fuente del Cura en Miraflores de la Sierra. Por delante nos esperan 12km de ascensión al puerto de la Morcuera, así que nos lo tomamos con tranquilidad, sin dejar que las pulsaciones se disparen. Este ritmo nos permite disfrutar del bellísimo paisaje y del inconfundible olor de las coníferas que custodian el camino.

Últimos retoques a las bicis en las cercanías a La Fuente del Cura

El camino abandona la protección de los árboles para acabar desembocando en la carretera M-611, por la que haremos los últimos 2 kilómetros de subida. Parece como si el asfalto sujetara nuestras bicicletas contra el suelo y no nos dejara avanzar, pero la pendiente se mantiene estable durante este último tramo lo que nos ayuda a coger un ritmo cómodo y coronar sin demasiado esfuerzo. Todavía queda mucha ruta por delante.

Puerto de la Morcuera

Justo cuando empezamos a bajar el puerto comienza a llover. Son solo unas gotas pero molestan por la velocidad. Llegamos al Refugio Juvenil del Puerto de la Morcuera, en el que varios monitores y decenas de niños ríen y ríen en un juego en el que no paran de girar en círculos. Lo están pasando tan bien que no parece importarles la lluvia lo más mínimo. Cogemos el camino que sale a la izquierda de la carretera, justo detrás del refugio y hacemos una parada obligada para abrigarnos para la bajada.

Braga, guantes y gorro, que toca bajar. Al fondo: el Refugio Juvenil del Puerto de la Morcuera

La bajada son 15 kilómetros de buena pista —aunque un poco dura y con algún surco traicionero— y sin apenas darnos cuenta llegamos Las Presillas, unas piscinas naturales que hay en el valle de El Paular. Desde ahí, vamos hasta el monasterio de El Paular donde sale un carril bici paralelo a la carretera M-604 que nos deja en Rascafría. Después de pasar la plaza del pueblo, sale a la derecha el Camino Valle que nos deja en Oteruelo del Valle. Hay que cruzar una verja, y aprovechamos para alimentarnos y quitarnos algo de ropa. Llevamos más de 30 kilómetros sobre la bici. Por delante, uno de los puertos más duros de la Sierra Madrileña.



Las primeras rampas del puerto desconciertan al que lo hace por primera vez. No parece muy duro en sus inicios. Nosotros no nos dejamos engañar ya que no es la primera vez que lo subimos y sabemos que se va endureciendo a cada metro, a cada curva. Es un puerto que no perdona, que te deja exhausto y te obliga a parar y arrastrar la bicicleta a la mínima que vayas sin fuerzas. Intentamos tomarlo con filosofía en el comienzo de lo realmente duro, tan solo nos queda un piñón de reserva, que aún así tenemos que usar en las curvas cerradas.

Parece que el puerto no acaba nunca, las fuerzas empiezan a flaquear, pero al hacer una curva cerrada a derechas —se reconoce porque sale otro sendero desde la misma curva a izquierdas— vemos el refugio de la Majada del Cojo. Tan solo quedan 500 metros, nos emocionamos al ver lo bien que hemos subido, pensando que se nos ha hecho más corto que otras veces. Incluso nos permitimos el lujo de apretar un poco al final.

Refugio juvenil de la Majada del Cojo

A partir de aquí ya es todo bajada —salvo algún que otro repecho que hace que nos escuezan las piernas— hasta llegar al puerto de Canencia. Nos sorprende encontrar rastros de nieve sin fundir por el camino. Una vez en el puerto de Canencia, bajamos por carretera hasta Miraflores de la Sierra, nuestro punto de partida. Es un buen momento para sacarle el polvo al piñón pequeño que tan poco usamos. Con menos de 4 horas sobre la bicicleta, llegamos a la Fuente del Cura donde tenemos los coches aparcados.

Vaya pedazo de ruta nos hemos marcado. Esto se merece unas buenas cervezas y unos buenos bocatas. Nos lo hemos ganado.

Vitaminaaaassss